Cambia tu vida priorizándote, cambia tu vida eligiéndote por sobre todas las cosas. Si realmente estuvieras siendo tú qué harías, a dónde irías, con quién lo harías.
Nunca nos enseñaron a priorizarnos, nos enseñaron que primero está el otro, que tenemos que comer el trozo de pastel más chico, que es educado dar un paso atrás.
Nos hicieron controlar nuestra potencia para encajar en la realidad, amoldarnos, adaptarnos, posponernos en todo frente a casi todos, ser atentos con todos menos con nosotros mismos, hacernos chiquitos, débiles, postergables.
La buena noticia es que la potencia que todos tenemos dentro no se pierde, no se oxida, no se evanesce, no se destruye, ni se disuelve. Sólo hay que volver a de encontrarla, darle un sacudón y pasarle la franela para que vuelva a brillar.


Deja un comentario