Tu cuerpo, molécula a molécula.

¿Eres consciente que tu cuerpo es tu aliado que te acompaña codo a codo, rodilla a rodilla y molécula a molécula en esta realidad?

¿Qué tanto incluyes a tu cuerpo en tus elecciones?

¿Qué tan partícipe lo haces de tu vida?

No se trata de continuar juzgándolo como incorrecto, se trata de incluirlo en tu vida como el vehículo que en realidad tienes para comunicarte y moverte en este mundo.

Elige dialogar con él, pregúntale:

¿Cómo quieres moverte hoy?

¿Cómo quieres vestirte hoy?

¿Qué requieres para regenerar tu energía?

¿Qué quieres comer hoy?

Incluye a tu cuerpo en tus elecciones, en tus decisiones, en tu vida…

¿Cuánto lo has relegado?

¿Cuánto debe gritarte para que lo escuches?

Comienza a relacionarte con mayor intimidad, aprende a comunicarte, a escuchar sus mensajes, a percibir cuál es la forma que tiene de relacionarse con sus entorno. Desde la PNL (programación neuro lingüísitica) sabemos que no todos nos relacionamos de igual manera con lo que nos rodea, ni todos percibimos el mundo de la misma forma. Tenemos diferentes formas de percibir el mundo relacionada con lo que se denomina «sistemas representativos», así una persona cuya percepción es vistual, recordará en imágenes o como una película los hechos acontecidos y proyectará el futuro de la misam forma. Otras se centran en su diálogo interno, repasando situaciones mentalmente en los diálogos, ensayando respuestas o suponiendo alternativas muchas veces ya inviables. Si la precepción de lo que nos rodea se modifica, la realidad cambia. El primer paso es conocer de que forma percibimos nuestra realidad, percibir qué respuestas nos gustaría desautomatizar y volver a cablear la mente, para ser más feliz.

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