Coaching Energético

12 min para enamorarte  

Para cambiar rezongos por abrazos.
¿Rezongos y abrazos de quién ? De ti hacia ti.

Alejando pensamientos ideas de reproche, juicios y cuestionamientos de ti hacia ti. Esa energía de auto castigo y los infinitos cuestionamientos de tu sentir o de tu actuar: ¿Por qué lo hice así ? ¿Por qué no actúe diferente? Debería haber dicho/hecho/respondido…
Cada ninguneo personal, cada «como no lo vi, por qué no me di cuenta y todos los etcéteras», que te cuentes, que te digas que te reproches. Cada repaso mental que hace tu mente reviviendo situaciones, momentos, conversaciones o respuestas que dolieron y siguen doliendo cada vez que las repasamos, cada vez que revivimos eso que lastima no importa su intensidad.
Esos pensamientos que nos invaden están ahí porque les permitimos entrar y muchas veces están ahí porque los invitamos especialmente a construir nuestra red de ideas. Esas ideas que elegimos para construir nuestro sentir, nuestras emociones que se anclan en el cuerpo.

Tomar consciencia de eso que nos decimos, de lo duro de nuestro diálogo interno y percibir cuando nos estamos rezongando para frenar y decir con amor: basta, hiciste lo mejor que pudiste con las herramientas que tenías en ese momento. Y simplemente dejarlo ir, dejar ir eso que nos  está haciendo daño; porque castigarnos no cambia nuestras elecciones pasados. Revivirlas tampoco lo hace. ¿Qué si podemos hacer? Frenar el drenaje energético hacia algo que no podemos cambiar.

Frenar y pensar que la próxima vez podemos elegir diferente, con más experiencia, con otra percepción de lo vivido, con más certezas de que por ahí no era. 

Batear pensamientos recurrentes y elegir cambiarlos por otros que elijas conscientemente. Programa tu mente para ser más feliz, elige en qué focalizar la atención y comienza a crear un pensamiento diferente, más relajado, más expansivo, más amable contigo.

 12 minutos para enamorarte de ti 

Minuto 1: Reconoce el valioso regalo que eres para quienes te rodean, el regalo que eres para el resto del planeta siplemente por existir.
Percibe la enorme contribución que eres en las vidas de quienes eligen jugar y compartir este juego contigo.

Percibe todos los lugares, situaciones y a todas las personas donde tu existencia nutre amorosamente a otras existencias. Cuántas existencias son sostenidas por tu ser, acompañadas y nutridas por tu presencia.

Agradece el valioso regalo que eres para tu entorno, para el resto del planeta, cierra los ojos unos segundos, respira profundo y siente tu valor.

Minuto 2:

Percibe la maquinaria perfecta de tu cuerpo, el equilibrio de tus órganos y funciones trabajando en forma coordinada en forma cooperativa para complacer tus deseos.

Agradece a cada órgano y función corporal por su existencia. No te centres en lo que no está bien o funciona con dificultad. Conversa con tu cuerpo, pregúntale: ¿qué requiere de ti para sentirse mejor?
Escucha/siente/percibe cuáles son sus maneras de comunicarse. Cierra los ojos unos segundo, respira, percibe sus señales.

Minuto 3:

Sé consciente de la magia y de las sensaciones que tu cuerpo es capaz de crear a partir de diferentes estímulos. La magia de los receptores celulares que trasmiten información y generan respuestas. La magia de percibir y sentir eso que va más allá de lo físico, eso que existe en cada una de las moléculas de tu cuerpo y también existe entre ellas, inundando todo tu ser.
Sé consciente de la magia y de las sensaciones que tu cuerpo es capaz de crear, respira profundamente y sé gratitud por eso.

Minuto cuatro:

Percibe tus habilidades, tus capacidades únicas que te resultan fáciles y son una enorme contribución para tu entorno.
Tu combinación de habilidades, de vivencias, de enseñanzas y experiencias es tan única que te convierte en un ser especial, una combinación única, con habilidades personales e irrepetibles.
Encuentra tu magia, encuentra tu saber, encuentra eso que te hace vibrar con facilidad y disfrutar de la vida. 

Siente en tu cuerpo tus capacidades únicas, que son una enorme contribución para tu entorno y lo son en primer lugar para ti.

Minuto cinco:

Encuentra tu sonrisa.

¿Qué motivos, lugares, situaciones, compañías, proyectos, sueños (futuros o pasados que decidiste abandonar) motivan o motivarían más tus días?

Encuentra eso que te hace feliz, persíguelo, alcánzalo, disfrútalo.
Encuentra tu sonrisa y contagia más de ti al resto del mundo.

Minuto seis

Aprende a convivir contigo y a disfrutarte. Dedícale más tiempo a estar contigo, qué disfrutas, qué música te gusta, qué comida prefieres; sácate a tomar un helado, un café, una cerveza; regálate eso que te enciende.
Aprende a disfrutar más de tu compañía, qué cosas resuenan contigo y te expanden. Dedícate más tiempos y más espacios.
Aprende a convivir contigo, a disfrutar el valioso regalo que eres para ti.

Minuto siete:

Deja de castigarte 

Deja de juzgar lo que consideras fueron elecciones equivocadas, deja de rezongarte por tus elecciones pasadas y vuelve a elegir algo diferente. Hiciste lo mejor que podías/sabias con las herramientas que tenías en ese momento. Así como es irracional castigar a un bebé por hacer algo de lo que no es consciente aún, de igual forma tu yo del pasado carecía de la claridad que tienes hoy.

Si usas tu energía en maltratarte, te alejas de las posibilidades para crear tu vida. 

Deja de castigarte y vuelve a elegir.

Minuto ocho:

Invita nuevas energías, situaciones, personas, negocios, proyectos a transforma tu vida. Tú y sólo tú conoces qué energías son las más nutritivas y expansivas para tu camino, para tu proyecto de vida.
No importa que no tengas la claridad de qué origina esa energía que quieres ingresar o de dónde puede venir. Invita diversión, alegría, calma, dinero, relaciones nutritivas. Deja de ordenar en tu mente las prioridades.

¿Cómo sería la creación de tu vida si le agregaras eso que hoy falta?
Si hubiera más de eso que te hace sonreír.
Invita nuevas energías a transforma tu vida.

Minuto nueve:
Ve tras esos que te genera mucho placer y conviértelo en hábito.
Un deporte, un instrumento, un hobbie, un momento, un lugar…

Si no tienes tiempo para ti ¿para quién estás viviendo la vida que te regalaste?

Descubre que genera en ti el disfrutar el tiempo y ve tras eso.

Minuto diez:

Acéptate 

En algún momento y espacio, tuvimos/tendremos, la oportunidad de elegirnos, elegir este cuerpo, este lugar, este tiempo, y las «pruebas» con las que construimos el esqueleto, la estructura de esta historia que elegimos encarnar.

Elegimos vivir determinadas experiencias, y obtener aprendizajes que nuestra alma requería para superase/divertirse/experimentar.
Y luego en algún momento nos olvidamos de esa elección y decidimos castigarnos, por las experiencias que algún día elegimos, por las elecciones que tomamos, por la forma y el tamaño de nuestro cuerpo, por lo que nos falta, por lo que decidimos incorrecto.

Acéptate, respira, cierra tus ojos y percibe aquella elección.
¿Qué hay de maravilloso en ti que no estás reconociendo?

Minuto once:

Si tuvieras una cita con vos ¿hay algo que cambiarías? 

Y si descubrieras que no hay nada equivocado en ti ¿te llevarías a una segunda cita?

Si descubrieras que ese ser maravilloso, con sus miedos, dudas, fortalezas y habilidades esta en un camino perfecto, tanto que si no fuera así ni siquiera estarías leyendo esto. ¿Qué harías?

No tienes nada que cambiar para salir contigo, eres la persona perfecta para ti y para quienes puedan recibir el regalo que eres.
Tuerce/gira hacia lo que te vuelva más feliz. 

Minuto doce:

Date el permiso de cambiar.

Date la oportunidad de elegir diferente si tus elecciones no te están haciendo del todo feliz.

Date la chance de empezar de nuevo, de cambiar poco o cambiar mucho. De desconocerte y que te desconozcan.

Date el permiso de cambiar. No para agradar a nadie, cambia para agradarte.

La vida es un conjunto de cambios pero cada cambio requiere soltar y dejar de aferrarte a eso que has elegido que te constituye. ¿Cómo sería amanecer diferente cada día? ¿Cómo sería elegir cada día el cambio que te haga más feliz?

Cierra tus ojos y percibe tu nuevo espacio, respira, sé gratitud por ti.
Inundemos el planeta de alegría