Así somos.
Y nos pasamos la vida tratando de medirnos, de compararnos con otros.
Incalificalbles, desde otra baldosa, con otro punto de vista, desde otra realidad, con otra percepción, con otra cultura, con otra edad, en otro tiempo.
Incuantificables y nos desvivimos por etiquetarnos. Por colocarnos dentro y limitados a una definición, por colgarnos un rótulo, por rotular a quienes nos rodean y también a quienes no nos rodean y ni siquiera saben que existimos, pero andan por ahí… y los etiquetamos igual.
Hace unos días mis hijos competían con sus proyecciones sobre sus IQ, y yo escuchaba sus argumentos.
Personalmente nunca la considere una prueba relevante, no la necesito para ser, es más, me quita eso que soy porque me compara, me pondrá encima y debajo de alguien. Me creeré por un instante que soy ese valor, que valgo ese número y me voy a correr un poquito del lugar indefinible al que estoy intentando de acceder cada día un poquito, un saltito, un soplido, una tonalidad más.
Incuantificables. Así somos.
Y nos pasamos la vida tratando de medirnos, comparándonos con los demás.
Somos seres únicos!!!
Nuestra magia está en las diferencias.
Y en nuestra diferencia esta la magia, esa diferencia hace la magnífidad de lo que somos. Y sí a veces requerimos inventar palabras, mis alumnos lo saben. A veces nos permitimos salirnos de la caja y mostrarle al otro nuestras maravillosas individualidades, nuestros súper poderes, nuestra unicidad que nos vuelve totalmente incomparables.

Deja un comentario