El lugar del AMOR

El AMOR es la energía más pura, enigmática y potente del Unvierso.
Junto con la GRATITUD forman la dupla perfecta para expandir las moléculas, ampliar el campo receptivo y perceptivo.
No desconectarse de esa energía que ya conocemos, que recibimos en algún momento de nuesra vida, que nos construye, que nos nutre ; que recibimos y generamos para brindarnos y brindarle a quienes nos rodean, un abrazo al alma que podemos expandir e integrar cuando deseemos. A veces la energía de amor no es el amor recibido, sino del que debieron darnos, toda la contencción, el abrazo, el apapacho que tal vez no recibimos de la forma que requeríamos. AMARNOS como debieron amarnos y no como nos amaron, AMAR como sabemos que es posible hacerlo porque amamos y reconstruir los cuerpos rotos, esos que fueron amados mal, esos que permitieron ser lastimados en nombre de otra cosa disfrazada de amor.

El amor es un espacio de seguridad, una burbuja que nos contiene y vibra muy similar a la alegría.
Es ese sitio donde se juntan la comodidad, el bienestar, el crecimiento y expansión. Encontrarlo en nosotras, en otras personas, en diferentes situaciones, poder identificarlo, recibirlo, generarlo, provoca que nuestras moléculas se separen, se sientan más livianas, ocupen más espacio y por ende abraquen más.

El amor es abarcativo, es expansivo, es recibidor, es eso que sentimos cuando nos decimos que todo esta»bien»; para nuestro cuerpo, para nuestra alma, para nuestro Ser.

Está en todas partes, en cada Ser que se permite ser vulnerable, que se permite ofrecerse y se abre a recibir de sí y de su entorno, y se abre a DAR para sí y para su entorno.
A veces se confunde amor con control, se confunde amor con conveniencia, y generamos cuerpos desvalorizados, relegados ante los deseos de quienes en nombre de amor provocan dolor y sufrimiento. Ojalá esa idea no resuene con nadie y sea cada vez menos escuchada, menos conocida.
El amor no duele, el amor no hace llorar, el amor expande, provoca sonrisas, da seguridad, contención. Provoca un calorcito en el pecho y una sonrisa en el alma. Todo el resto que nos contaron, al amor que pena, que sufre, que posterga, que relega, que permite que te apagues, que quita brillo, que contrae y limita, eso no es amor, es la bastardización de el sentimiento más puro que podemos experimentar.

El amor se emociona cuando construye, cuando acompaña a construir caminos en conjunto, cuando se disfruta mutuamente, cuando provoca libertad, expansión, alegría. Cuando se disfruta cada paso, cada minuto compartido, cada hora, cada encarnación.

Disfrutar la felicidad en otro y provocarla, es un paso más de consciencia para activamente ampliar la felicidad. Que no es tarea de nadie en particular más que de uno mismo, pero que lindo sentir el abrazo/apoyo/contención e intención de quien boga por nuestro bienestar. Y viceversa, que lindo se siente en ese otro, cuando nos ocupamos del suyo.

El amor apoya/acompaña/respalda/nutre/impulsa/facilita el andamiaje a la concreción de los sueños, propios y conjuntos. No nos conformemos con menos, empecemos con lo que no falla nunca, que no depende de nadie más: Démonos amor.

Ocupemos el lugar del amor propio y esparzamos ese sentimiento por el mundo.

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