Coaching Energético

No es sólo pasar de una hoja a otra.
Es un nuevo espacio/tiempo que se habilita para habitar.
Es una invitación silenciosa: 365 días por delante para experimentar la vida. Para probar, sentir, acertar, elegir, equivocarse y volver a elegir algo diferente. 

Un año no es una meta, es un territorio. Un espacio amplio donde se despliegan posibilidades pequeñas y grandes. Posibilidades que no siempre son maravillosas o extraordinarias, pero que pueden hacernos mucho bien.
Elegir dormir mejor. Elegir una conversación sincera. Elegir decir que no. Elegir quedarnos. Elegir movernos. Elegir algo distinto a lo que siempre elegimos por costumbre. Elegir experimentar nuevas situaciones para nuestra vida. Y también volver a vivir las que se repiten, aniversarios, fechas claves que nos recuerdan alegría o tristeza, marcadores en ese calendario que esperan ser vividos de una forma más amable, más consciente, más amigable.

Experimentar la vida no significa vivir en modo intensidad constante. Significa estar presentes. Ser conscientes de qué nos gusta, qué nos nutre, qué nos alivia. Darnos permiso para disfrutar lo que nos es agradable, sin comparaciones, sin recetas universales.
Calma o movimiento, sonido o silencio, viajes u hogar. No hay bueno o malo, todo está bien, y para cada persona es una combinación diferente.

Este nuevo calendario requiere mas tiempo de disfrute, más conciencia y menos perfección. Requiere la honestidad interna de preguntarnos, una y otra vez:
¿Esto me hace bien?
¿Esto me acerca a una vida más disfrutable?

365 días no para sobrevivirlos, sino para habitarlos.
Para elegir posibilidades que expandan, que alivien, que enciendan.
Para disfrutar, sin culpa, aquello que nos resulte agradable.
Porque disfrutar la vida, va de la mano de aprender a elegir con amor lo que nos hace bien.
Un excelente 2026 no sólo se desea, se construye.
Se construye eligiéndo cada día una vida que nos acerque a eso que nos hace brillar.
Les deseo la elección de construir un 2026 a puro brillo.